El mantra de que la fabricación aditiva es una tecnología polivalente y capaz de dar piezas personalizadas se asocia en la mayoría de los casos al ámbito industrial, pese a que tiene aplicaciones que van mucho más allá. Por ejemplo, resulta muy útil como herramienta para responder a necesidades de personas con discapacidad, esto es, poner la tecnología a servicio de la acción social.
Es el caso de 3DLan [1], una asociación afincada en Bilbao cuyo fin es identificar y aportar servicios personalizados para personas o colectivos que necesiten una solución especial dada su condición física o intelectual. Hablamos con Alberto y Egoi sobre las implicaciones de la impresión 3D en el ámbito social, el proceso que utilizan y lo que queda por hacer.

Tándem de un Artista y un Ingeniero
TSL - ¿De dónde surge la idea 3DLan?
3DLan - Concebimos nuestra idea como un proyecto para el desarrollo de una plataforma tecnológica y social para la diversidad. Alberto es licenciado en Bellas Artes y un apasionado de la tecnología, lleva muchos años trasteando con las máquinas de impresión 3D a nivel maker. [2] Egoi es ingeniero y ha trabajado en la industria, sobre todo en tareas de innovación, desarrollo y vigilancia tecnológica. [3]
De la suma de nuestros conocimientos y experiencia, decicimos constituir en 2016 la asociación 3DLan, con el fin de trabajar en la búsqueda de soluciones para la autonomía personal. Somos 13 socios, de los cuales nosotros dos somos los que activamente trabajamos para ella presentando los proyectos a las instituciones o dando talleres de capacitación.
La asociación tiene como fin visibilizar y sensibilizar la complejidad de las situaciones cotidianas a las que se enfrentan las personas con diversidad funcional. Aprovechándonos de las nuevas tecnologías podemos dar respuesta a retos sociales.

"Nos apoyamos en la fabricación aditiva para dar salida a los retos que presenta el ámbito social"
Egoi Azkarraga, 3DLan
¿Qué tipo de soluciones aportáis?
Diseñamos y realizamos todo tipo de piezas que faciliten la vida de personas con discapacidad. Los casos pueden ir desde tareas cotidianas y tan básicas como alimentarse hasta actividades deportivas. La personalización y la necesidad particular de cada persona cobran más sentido que nunca en nuestro caso.



Al estar en permanente contacto con asociaciones podemos identificar rápidamente dichas necesidades y adaptarlas mediante un proceso iterativo y totalmente a medida. Los campos a los que llegamos son diversos, desde personas con movilidad reducida, hasta aplicaciones para deportistas paralímpicos.

Diseño mediante un proceso abierto y participativo
¿Cómo lleváis a cabo el diseño y el desarrollo de ideas?
La idea nos llega de asociaciones, hospitales o centros de rehabilitación, ya que son quienes identifican en un primer lugar la necesidad concreta y nos facilitan la información necesaria. Estos requisitos nos dirán qué tecnología vamos a utilizar o qué material es el idóneo para dicha aplicación.
Trabajamos con OnShape,[4] un software que permite subir los archivos a la nube y que sean editados parcialmente. Consideramos que parte de nuestra labor consiste en la difusión, y si hemos conseguido dar respuesta a un problema, otras personas deberían de poder aprovecharse, adaptándolas a su casuística particular.
Una vez se valida el diseño, lo fabricamos y lo ponemos en servicio. Si se detectan mejoras se retoca el archivo y se vuelve a imprimir, y así sucesivamente. Es la ventaja de poder hacer piezas unitarias gracias a la fabricación aditiva.

"Uno de los grandes retos es dar a conocer el impacto de la fabricación aditiva en el aumento de la autonomía de las personas con discapacidad"
Alberto Martínez, 3D Lan
¿Qué tecnologías de fabricación aditiva utilizáis?
El nuestro es un taller pequeño y disponemos de impresoras FDM, con las que podemos hacer prototipos de manera muy rápida a un bajo coste. Trabajamos los termoplásticos clásicos de esta tecnología como el ABS o el PLA, aunque estamos en contacto con centros como Leartiker [6] para el desarrollo de materiales más avanzados y convenientes a nuestras aplicaciones.

Cuando requerimos tecnologías más industriales como SLS o metal, recurrimos al rico tejido industrial vasco, tanto empresas privadas como centros de formación. En muchos casos hacemos partícipes a los alumnos en el proceso de creación, educando así técnica y socialmente a los futuros profesionales del sector de la fabricación.
¿Cuáles son los retos en este campo?
Quizás el desafío más importante y más complejo es el de la difusión de proyectos como el nuestro. Hacer llegar a la sociedad el mensaje y visibilizar la situación de personas con discapacidad es vital. Para ello utilizamos redes sociales, asociaciones o fundaciones para trasladar nuestra visión social de la tecnología.
Hay sin duda un factor económico en juego, por ello otro reto es estar presentes en convocatorias de carácter público o privado, ya que juegan un doble papel: darnos voz y sustento financiero. Asimismo no podemos olvidar las aportaciones de voluntarios que tenemos alrededor, arropándonos de manera monetaria, técnica o comunicativa. [7]
REFERENCIAS
[1] 3DLan
[4] OnShape
[5] DACER
[6] Leartiker
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